La ciudad de Cholula se vio beneficiada
con la llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX. Para el siglo XX, la
estación de la ciudad milenaria era la primera parada importante rumbo hacia
Cuautla: los primeros viajeros, incluidos muchos comerciantes de “tierra fría”,
abordaban ahí para llevar sus mercancías, principalmente granos, frutas y
verduras hacia el cruce de caminos que es Izúcar de Matamoros.
Cuando se abrió la zona
arqueológica de Cholula, el ferrocarril sirvió para transportar a la mayoría de
los turistas que llegaban a la zona; entonces había una carretera federal que
iba de Puebla a lo que hoy es la Ciudad de México, pasaba por la urbe
milenaria, iba hacia Huejotzingo y llegaba al estado de México. No existía, y
no existió sino hasta los años setenta del siglo XX la llama Ruta Quetzalcóatl,
conocida simplemente como Recta a Cholula. El tren, entonces, era el transporte
adecuado, y popular, para el transporte de mercancías y pasajeros.
Vía Milenio.
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