Las mujeres han participado en todos los movimientos sociales y acontecimientos históricos de éste y de todos los países, sólo que la historia oficial lo cuenta poco.
Imagen de:Criterio Hidalgo
Las mujeres han participado en todos los movimientos sociales y acontecimientos históricos de éste y de todos los países, sólo que la historia oficial lo cuenta poco.
Las historiadoras Luz Espinoza y Laura Martínez Alarcón han rescatado diversas historias de las independentistas mexicanas tales como:
Josefa Ortiz de Domínguez, esposa del Corregidor de Querétaro. En su casa se reunieran los conspiradores independentistas.Luego de muchos años de pertenecer a círculos sobre la Ilustración, fue Josefa Ortiz quien logró convencer a su esposo Miguel Domínguez de sumarse a dichos grupos.
Fue ella quien sumó a su marido a la causa independentista, y cuando las autoridades virreinales sospecharon sobre la existencia de una conspiración en Querétaro, el primero en desistir fue su esposo el Corregidor, quien intentó hacer que Josefa abandonara también las reuniones conspiratorias.
Ella no sólo se mantuvo firme con la causa, sino que se confrontó con su marido y se escapaba cuando él la encerraba en su casa para que no siguiera conspirando. Inclusive, la razón por la cual mandó un mensajero al cura Hidalgo en lugar de ir ella, fue precisamente porque estaba encerrada bajo llave cuando se percató de que les habían descubierto.
Leona Vicario, poco se sabe sobre su lucha como insurgente incluso en el campo de batalla, sobre el financiamiento de su propio bolsillo al movimiento independentista; sobre su labor invaluable como periodista y la manera en que burlaba los retenes militares con la prensa escondida bajo una enorme falda. Fue esposa de Don Andrés Quintana Roo.
Mariana Rodríguez del Toro, una independentista liberal que conspiró contra el gobierno virreinal. A pesar de haber sido encarcelada y amenazada de muerte, Mariana no delató a ningún miembro de su grupo, y permaneció en prisión muchos años. Al final, su nombre quedó escrito en letras de oro en el Salón de Sesiones del Congreso.
Ana Yraeta, quien fundó “Las patriotas Marina”, la primera organización femenina secular conocida en la ciudad de México. Este grupo estuvo integrado por alrededor de 2 mil 500 mujeres, quienes no combatieron en el campo de batalla, pero espiaban en los círculos masculinos cercanos al virrey. Muchas de ellas fueron ejecutadas, encarceladas, privadas de sus bienes y deportadas por sus actividades.
Otra destacada independentista fue Gertrudis Bocanegra, estratega que peleó cuerpo a cuerpo por la causa en lo que hoy es Michoacán. En la etapa de resistencia de la guerrilla insurgente, Bocanegra fue enviada a Pátzcuaro para ayudar a la toma de la ciudad por parte del grupo rebelde. Sólo que fue descubierta y apresada por el ejército real, quien la torturó para que para que delatara a otros participantes de la guerrilla, pero Bocanegra se negó siempre a dar información a los españoles y finalmente fue fusilada.
Entre los grupos ilustrados subversivos que comenzaron a operar a partir de 1808, destaca “Los Guadalupes”, al cual no sólo perteneció Leona Vicario, sino también varias aguerridas periodistas y combatientes como Antonia Peña, Margarita Peimbert y Luisa Martínez.
Este espacio resulta insuficiente para relatar la invaluable participación de la independencia de México
María Soto la Marina (quien luchó junto a Francisco Javier Mina), de María Ignacia Rodríguez de Velasco (la famosa “Güera Rodríguez”, consumadora de la independencia), de nuestra héroe local Altagracia Mercado (originaria de Huichapan, en donde financió y encabezó un ejército), Mariana Anaya, Petra Arellano, Francisca Torres, Antonia Ochoa, Dolores Basurto y su hija Margarita, Carmen Camacho, María de Jesús Iturbide, Antonia García, María Andrea “la Campanera”, Juana Villaseñor, Josefa Sixtos y muchas otras heroínas que nos dieron Patria y Libertad.
Fuente: Tania Mezcor. Milenio.
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