2021 el inicio de una nueva era de austeridad
Alejandro Mario Fonseca
El hedonismo es una teoría que establece el placer como fin y
fundamento de la vida. Las dos escuelas clásicas del hedonismo,
formuladas en la antigua Grecia, son la cirenaica y los epicúreos.
La escuela cirenaica planteaba que los deseos personales se debían
satisfacer de inmediato sin importar los intereses de los demás.
Esta teoría fue expuesta por el grupo de los cirenaicos: “primero
mis dientes, luego mis parientes”.
La otra escuela es la de los epicúreos o hedonistas racionales,
seguidores del filósofo Epicuro de Samos, quien vivió
en Grecia entre 341 y 270 a. C. Es una doctrina que se ha
modificado o confundido a través de la historia, hasta el punto que
algunos lo toman a Epicuro como un libertino mientras que otros lo
consideraron un asceta.
¿Qué es el hedonismo?
Epicuro consideraba que la felicidad consiste en vivir en continuo
placer, porque muchas personas entienden el placer como algo que
excita los sentidos. Epicuro consideró que no todas las formas de
placer se refieren a lo anterior, pues lo que excita los sentidos son
los placeres sexuales.
Según él, existen otras formas de placer que se refieren a la
ausencia de dolor o de cualquier tipo de aflicción. También afirmó
que ningún placer es malo en sí, solo que los medios para buscarlo
pueden ser el inconveniente, el riesgo o el error. Algunas culturas lo
aceptan como parte del ser humano, sobre todo las orientales.
"Cuando decimos que el placer es el bien supremo de la vida, no
entendemos los placeres de los disolutos y los placeres sensuales,
como creen algunos que desconocen o no aceptan o interpretan
mal nuestra doctrina, sino el no tener dolor en el cuerpo ni
turbación en el alma." Bien lo pudo haber dicho el Buda ¿no le
parece?
Actualidad de Daniel Bell
Hace seis años, el 25 de enero del 2011 a la edad de 95 años murió
Daniel Bell. Fue un sociólogo y profesor emérito de la Universidad
de Harvard, miembro residente de la Academia Estadounidense de
las Artes y las Ciencias. Nació en Nueva York bajo el nombre de
Daniel Bolotsky, hijo de padres inmigrantes judíos.
En México lo conocimos gracias a Octavio Paz ya que fue uno de sus
principales colaboradores en la revista Vuelta. En la mejor tradición
weberiana se destacó por sus contribuciones al post
industrialismo.
Sus libros más influyentes son El fin de la ideología (1960), El
advenimiento de la sociedad posindustrial (1973) y Las
contradicciones culturales del capitalismo (1976).
El fin de la ideología y Las contradicciones culturales del
capitalismo aparecieron en los suplementos literarios de la
revista Times como dos de los 100 libros más importantes de la
segunda mitad del siglo XX.
El fin de la ideología fue muy influyente en lo que se denomina
como la idea de que tanto la historia y la ideología fueron reducidos
hasta lo insignificante debido a que “las políticas occidentales y el
capitalismo habían triunfado”.
Al igual que Octavio Paz, Bell fue atacado por críticos políticos de
izquierda y de derecha. Aseguraban que Bell había reemplazado su
sentido de la realidad con una teoría elegante y rebuscada,
argumentando que privilegiaba sus ideas más que la exactitud
histórica.
Del hedonismo al consumismo desenfrenado
En Las contradicciones culturales del capitalismo, confronta la
expansión del sistema de acuerdo con razones de máxima eficacia y
un desarrollo cultural que acentúa la gratificación personal y el
hedonismo, que son la respuesta reactiva a la vieja ética puritana
que acompañó el desarrollo de la burguesía.
El impulso hedonista liberado por la causa capitalista del interés
personal, base de toda actividad, relegó la ética comunitaria (que
ubica su origen en el puritanismo norteamericano) por un
argumento basado en el libre mercado, donde el deseo ilimitado y
no la necesidad es el motor desbocado del accionar social aunado
al impulso acentuado por el crédito.
La cultura que se desborda por la búsqueda de un hedonismo un
tanto egoísta es hasta nuestros días, el motor de la actividad
humana. Este es el origen de las contradicciones culturales del
capitalismo, según Bell, pues la motivación económica
desenfrenada por motivaciones culturales obedece a distintos
ámbitos, por un lado, el interés que debiera ser colectivo, mientras
que por otro prima el interés particular.
Con este rápido vistazo a la obra de Daniel Bell pretendo contribuir
a la comprensión del fenómeno Trump. Lo he estado intentando
desde distintos ángulos: el de su ignorancia y falta de experiencia
política; el de su enfermedad (narcicismo extremo o síndrome de
hubris), el de su condición de empresario depredador corrupto, etc.
Y es que también hay que dedicarle atención a la sociedad
norteamericana, a aquellos sectores que votaron por Trump. Y
mucho me temo que la obra de Daniel Bell resulta de enorme
actualidad: es el individualismo, el hedonismo mal entendido, el
consumismo desenfrenado el que, ante las promesas del gringo
loco, mueve a amplios sectores de la sociedad norteamericana.
La austeridad es inminente
El imperio norteamericano sigue vigente y el día de hoy se antoja
muy difícil que los palurdos se impongan. Nuevos factores como la
crisis financiera mundial, el monstruo del corona virus y la
consecuente parálisis económica nos sitúan en un escenario
inédito.
El mismísimo monstruo depredador que habita la Casa Blanca
acaba de doblar las manitas: contrajo el virus y tuvo que ser
hospitalizado. Y hasta donde sabemos logró sobrevivir, pero quedó
maltrecho.
Además, en esta modernidad mal entendida las imágenes son
determinantes, ahora sí, es muy probable que se imponga algo que
todos los seres humanos traemos en el núcleo duro de nuestro ser:
el instinto de sobrevivencia.
Así que la imagen del mayor depredador del mundo caminando
cabizbajo, usando un cubre bocas y alzando el dedo pulgar ante la
prensa lo dice todo. Se tuvo que tragar toda su fanfarronería, todas
sus mentiras y su prepotencia: el monstruo es vulnerable y ahora si
puede perder.
Sí, tenemos que ser optimistas. El optimismo, al igual que la
esperanza, es la doctrina y la disposición del espíritu que aguarda lo
mejor y lo más positivo de todo en psicología, ética y filosofía. Sin
embargo, la duda siempre queda, este 2020 ha sido un año terrible.
El 2021 será sin duda el año del inicio de la era de la austeridad
mundial qué bueno que los mexicanos ya llevamos camino andado.
Ya veremos.
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