La ambiciosa agenda sostenible de Naciones Unidas impulsa que hacia 2030 los pueblos del mundo hayamos logrado que todos los habitantes del planeta disfrutemos del acceso universal y equitativo al agua, que haya mejorado la calidad de este recurso mediante la reducción de los contaminantes, la cancelación del vertimiento, y que se haya minimizado la emisión de productos químicos y materiales peligrosos.
También se esperaría que en ocho años más se aumente el uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y se asegure la sostenibilidad de la extracción y abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez, así como proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua: bosques, montañas, humedales, ríos, acuíferos y lagos.
Sin embargo, la humanidad parece ir demasiado lenta para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados en 2015, por lo que para hoy, 22 de marzo de 2022, Día Mundial del Agua, se adoptó el lema “La importancia del agua" para recordarnos que el agua dulce no la reciben cerca de 2,200 millones de personas en el mundo, injusticia que el ODS 6: “Agua y saneamiento para todos”, trata de subsanar.
La conmemoración cumplirá tres décadas el próximo año, pues en 1992 la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro aprobó dedicar un día del año para poner en relieve el valioso recurso natural llamado agua. Corre ya el siglo XXI, y hoy día 783 millones de personas en el mundo aún carecen de agua limpia y más de 2.5 millones de personas se encuentran sin acceso a instalaciones de saneamiento adecuadas.
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, escribe en el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos: El Valor del Agua:
“El agua dulce es escasa y su escasez sigue aumentando. En la actualidad, más de 2 mil millones de personas viven en zonas que sufren estrés hídrico. Cerca de 3.4 mil millones de personas, es decir el 45% de la población mundial, carecen de acceso a instalaciones de saneamiento seguras. Según evaluaciones independientes, para el año 2030 el mundo enfrentará un déficit global de agua del 40%. Dicha situación se verá agravada por desafíos mundiales, tales como la Covid-19 y el cambio climático”.
Azoulay pregunta: “¿Cuánto vale el agua? Por un lado, el agua es infinitamente valiosa ya que sin ella la vida no podría existir; sin embargo, su disponibilidad se da por sentada y se desperdicia el agua todos los días”. Y explica: “Los seres humanos utilizamos el agua como si fuera un recurso ilimitado: por ejemplo, se estima que el 80% del total de aguas residuales industriales y municipales se vierte al medio ambiente sin tratamiento previo”.
En el artículo “Calidad del agua en México, un reto vital”, publicado por Este País, Lorenzo Rosenzweig y Karla Rivera-Ramírez escriben: “El ODS número 6 se enfoca en el derecho humano al agua y al saneamiento y contempla aspectos como la cantidad y la calidad del agua y el uso sostenible de los recursos hídricos”.
Agregan que “para asegurar el cumplimiento de este derecho humano es preciso dirigir nuestra mirada hacia las características del agua que consume la población, particularmente en países en desarrollo, donde gran parte de los hogares aún se abastecen de fuentes directas, como pozos, arroyos y ríos, sin un tratamiento previo”, como lo señaló en 2021 World Health Organization.
Consideran “indispensable analizar la calidad del agua abastecida por la red pública, la cual no está exenta de representar una amenaza para la salud de las personas cuando el tratamiento para la potabilización es insuficiente o los criterios para determinar si el agua es apta para el uso y consumo humano son inadecuados”.
En México, este 22 de marzo se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el Decreto por el que se declara Área de Protección de Recursos Naturales al Lago de Texcoco, el único vaso regulador hídrico y climático del oriente del Valle de México, con el propósito de salvaguardar la biodiversidad del lugar, impulsar el desarrollo sostenible y proteger los conocimientos ancestrales sobre el uso y manejo de los recursos naturales.
El área cuenta con una superficie total de 14,000.38 hectáreas y se ubica en los municipios de Texcoco, Atenco, Chimalhuacán, Ecatepec de Morelos y Nezahualcóyotl, en el Estado de México.
En este territorio confluyen las aguas de los 9 ríos del oriente del Estado de México y las aguas provenientes del poniente de la Ciudad de México, lo que la convierte en el área más importante para la regulación hídrica del centro del Valle de México que ayuda a prevenir inundaciones. También existen pozos que suministran agua potable a millones de habitantes de la CDMX y el Estado de México.
A pesar de las múltiples transformaciones que en los últimos 100 años ha sufrido, el Lago de Texcoco mantiene su función estratégica como hogar de miles de aves acuáticas migratorias y residentes. Se han registrado 276 especies de aves, muchas de las cuales habitan el área de forma permanente, mientras otras permanecen durante los meses invernales o realizan paradas estratégicas en las migraciones de otoño y primavera.
Anualmente se recibe un promedio de 150 mil aves que viajan a través de la Ruta Migratoria del Centro y se tiene un registro de al menos 182 especies, de las cuales 30 corresponden al grupo de las aves playeras, entre las que destacan Calidirs bairdii, Calidris minutilla y Calidris mauri, además de la Phalaropus tricolor.
Se tiene el registro de 107 especies endémicas, de las cuales 50 son de flora, 28 de aves, 13 de reptiles, 10 de anfibios, 4 de peces y 2 de mamíferos. Algunas especies endémicas y con categoría de riesgo de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2010 son el apaclol, falso maguey grande, garambullo y cedro; de fauna está la rana de árbol plegada, ajolote de arroyo, lagarto alicante cuello rugoso y el rascón real.
Toda esta riqueza y beneficios ambientales serán protegidos y conservados, además de lograr la sustentabilidad ambiental del territorio, a través de acciones para conservar los ecosistemas y su biodiversidad, para la recuperación de especies en riesgo e impulsar el conocimiento, análisis y monitoreo; aprovechamiento sustentable de los ecosistemas, así como de los suelos agrícolas y pecuarios.
Destaca también el alto valor histórico-cultural toda vez que el nombre y fundación de México Tenochtitlan y el Escudo Nacional se concibieron desde el Lago de Texcoco.
Publicaciones Relacionadas
CDMX