Producciones de primer nivel, escenografías de impacto y
presentaciones que volaron la cabeza fueron parte de la séptima
edición del Heineken Silver Live Out en los adentros del
Parque Fundidora ante miles de asistentes.
Tres escenarios fueron testigo de un sin fin de experiencias
enfundadas en ritmo, magia y furor por parte de los más de 20
exponentes musicales que entregaron cuerpo y alma en cada
presentación. Y eso no es todo, pues en cada esquina del festival
podían vivirse grandes momentos gracias a las activaciones y
amenidades que acompañaban a éste, y ni qué decir de los photo
opportunities que gozaron de gran popularidad por parte de
quienes querían conseguir su mejor foto del recuerdo.
El momento cúspide del festival fue algo espectacular: la noche
fue iluminada con dos cierres espectaculares en cada uno de los
escenarios principales.
Lo que se vivió en el Heineken Silver Stage fue algo que voló la
cabeza de los asistentes. Desde meses antes se les avisó que lo
que estaba por venir con Odesza era algo sumamente
cautivante, y así fue. Exactamente a la media noche el dúo
estadounidense tomó el poder del escenario y a través de
visuales espléndidos y una atmósfera cargada de sentimientos
lograron seducir cada una de las almas presentes frente al
escenario.
Un show de percusiones fuera de serie, así como
algunas voces invitadas, hicieron de su show una experiencia
extraordinaria. Harrison Mills y Clayton Knight llevaron el nombre
de Odesza hasta lo más alto a través de luces y visuales
impresionantes que terminaron por dejar fascinados a los miles
de presentes. Un cierre épico.
Por su parte, en el Bacardí Stage la cereza del pastel fue el
aclamado y joven talento del momento Bizarrap, quien con sus
múltiples Sessions se encargó de poner a saltar a todos haciendo
estallar una bomba de energía de la que se pudo sentir su vibrar
en cada centímetro del área.
A lo largo de su show pudo
disfrutarse de los grandes éxitos que tiene junto a artistas como
Shakira, Residente, Peso Pluma y, uno de los favoritos, Quevedo,
cerrando las actividades del escenario de forma espectacular y
con una vibra totalmente festiva.
En el Silver Studio fueron los ritmos caribeños y tropicales de
Buscabulla los que pusieron punto final a la noche en medio de
un ambiente vivaz que guiaba el espíritu de los fans hacia un
festín inolvidable.
Lo mejor de todo es que ese ambiente tan festivo podía palparse
desde las primeras horas del evento con talentos tan grandes
como el de la peruana Nicole Zignago, quien con voz y belleza
se ganó el corazón de todos en el escenario principal.
También se
gozó del ritmo y pasión de Xavibo, quien desde España llegó
para cautivar a Monterrey.
En el Silver Studio las actividades dieron inicio al ritmo de
Donovan Morales, quien con canciones como “Alguien más” se
envolvió en aplausos por parte del feliz público. A su actuación le
siguió el toque futurista de Lex, que se encargó de construir todo
tipo de escenarios con su actuación para transportar a sus
oyentes a otro mundo.
En los escenarios principales se disfrutó de “Algo bien” con una
de las voces femeninas más aclamadas de la escena: Renee,
llenando el festival de una vibra de libertad y pasión. Por su
parte, el toque latino estuvo a cargo de La Doña y su habilidad
para mezclar a la perfección sus raíces latinas con lo más actual
de la cumbia y reggaetón.
Si de propuestas en ascenso hablamos, NSQK se lleva la corona,
¡y vaya qué ascenso! El joven talento fue ovacionado en todo
momento evidenciando su rápido crecimiento en la industria
gracias al talento nato que lo envuelve en el género urbano.
Desde Alemania, Bunt. llegó para demostrar su amor por México,
pues con todo y jersey de la Selección Mexicana avivó el
ambiente a través de sus beats. Más tarde, Young Bae siguió
dando cátedra con el poderoso dance que hace emanar de las
tornamesas, y a la fiesta musical del Silver Studio se unió
Elderbrook con un set donde el baile nunca cesó. Y es que este
escenario fue construido precisamente para dejar salir el espíritu
dance de todos, y eso DJ Silver lo supo a la perfección cuando
llegó su momento.
Cayendo la noche, The Midnight y su synthwave se encargaron
de hacer explotar toda la euforia en la zona, para finalmente
continuar con el dúo francés The Blaze que no solo cautivaron
con su música, sino con toda la producción audiovisual que traen
consigo.
En el Bacardí Stage Gryffin inyectó la mejor adrenalina a través
de emocionantes mezclas de dance y pop, para posteriormente
ceder las tornamesas al místico Claptone, quien con su
enigmática máscara aterrizó en la ciudad para convertir el Parque
Fundidora en algo misterioso y fascinante.
Ya con la luna iluminando el lugar, Lany se encargó de sonorizar
la experiencia del Heineken Silver Live Out con hits como
"Super Far", "Congrats" y por supuesto la icónica "Malibu Nights"
que fue como un abrazo para los miles de corazones que
presenciaban el show.
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